
La Academia de Cine publicó en el día de ayer las esperadas candidaturas a los próximos Premios Goya: uno de nuestros momentos preferidos del año que nos sirven para terminar de ordenar nuestras quinielas y poder debatir largo y tendido sobre las estrategias de las productoras. Los académicos se encuentran inmersos en pleno periodo de votación hasta el 25 de noviembre, cuando el plazo quedará cerrado y la suerte estará echada. Hacemos un repaso a los principales titulares que nos dejan las candidaturas:
Milena Smit revoluciona la categoría de actriz de reparto. Pese a que su papel claramente es coprotagonista (¿hay alguna duda de que si un papel así en relevancia, conflicto y metraje lo hubiera interpretado alguien del género opuesto, habría competido como protagonista?), El Deseo ha diseñado su estrategia para evitar que Penélope Cruz se encontrara con obstáculos dentro de su propia película en su carrera al Goya de Mejor Actriz. Las grandes damnificadas de esta decisión son Aitana Sánchez-Gijón y Rossy de Palma. Rossy, porque directamente ha sido excluida y ni siquiera tendrá la oportunidad de recibir votos. Aitana, porque a pesar de que éste parecía por fin su año, ve cómo se le complica sobremanera la victoria, con la amenaza de una rival con muchos más minutos en pantalla que ella y la posible división de voto entre los fans de Almodóvar. Los presagios no son buenos: en los últimos 12 años ha habido 4 dobletes en esta categoría y en ningún caso se materializaron en premio.
Almudena Amor compite contra sí misma. Había también cierto interés en conocer cómo respondían las productoras de “El buen patrón” y “La abuela” a ese dilema del prisionero que suponía contar con una de las revelaciones del año y arriesgarse a quedarse sin nominación en favor de otra de las películas de la actriz. Finalmente aquí no ha habido apaños a lo Paz Vega y se respeta la realidad: Almudena Amor está propuesta en la categoría de actriz revelación por sus dos trabajos y solamente podrá ser nominada por uno de ellos. Se abren las apuestas acerca de por cuál lo conseguirá: su papel en la película de Paco Plaza es protagonista y es donde está mejor, pero el filme de León de Aranoa es una de las cintas del año y puede arrasar en las nominaciones. Nos olemos que será “El buen patrón” la película que le haga figurar en el cuarteto final.
Las normas de la Academia sepultan las opciones de Begoña Vargas. Todos sabemos que Begoña Vargas es la gran revelación del año: un descubrimiento fulgurante que en “Las leyes de la frontera” devora la pantalla en cada plano que aparece y supone una demostración de carisma y personalidad. Sin embargo, no figura entre las candidatas a mejor actriz revelación, debido a que ya fue propuesta en esta misma categoría por “Malasaña 32” y las bases de los Goya impiden que vuelva a optar. Lo hará por tanto en Mejor Actriz protagonista, donde la competencia es feroz, y donde es más probable que su gran trabajo quede sin recompensa. Viendo el caso Milena, tampoco habría sido ninguna locura que hubiera sido propuesta a secundaria, ya que casi no tiene línea narrativa propia y aparece en pantalla menos que Smit. En cualquier caso, el reciente precedente de Amaia Aberasturi en “Akelarre” nos hace albergar esperanzas de que al menos la nominación aún es posible.
Actor revelación es un erial. Precisamente la rigidez de las normas de la Academia en las propuestas a revelación provocan que, a diferencia de la categoría femenina (que puede quedar muy apañada), resulte difícil encontrar nombres potentes entre la competición en Mejor Actor revelación. Hay tan pocos nombres que parece inevitable que “El buen patrón” continúe amasando nominaciones y logre un doblete que jamás se ha producido antes en esta categoría. Como detalle surrealista: entre el plantel de candidatos encontramos al vidente Rappel, propuesto por la próxima película de Fernando Colomo.
Júlia de Paz Solvas consigue inscribirse como novel. Había dudas sobre el estatus de “Ama” y si el crudo relato de maternidad de Júlia de Paz Solvas optaría en Mejor Dirección o en Mejor Dirección novel, en función de cómo fuera considerada “La hija de alguien”, aquel proyecto firmado por once directores en su último año de la ESCAC. Afortunadamente la directora catalana podrá competir como directora novel, algo que nos parece más justo y de lo que nos alegramos, ya que es una estimable cinta que tendrá más fácil ser reconocida en esta categoría.
Álex de la Iglesia y la pareja Cohn-Duprat se citan el año que viene. Dos proyectos grandes como “Veneciafrenia” y “Competencia oficial” no optarán en esta edición de los Goya y competirán el año que viene de acuerdo a su fecha de estreno en 2022. Ambas han sido proyectadas dentro del reciente circuito de festivales y quedó claro que podrían aspirar a varias candidaturas (interpretativas en el caso de la cinta hispanoargentina; técnicas para el tétrico slasher veneciano de De la Iglesia), pero sus responsables han evitado los estrenos técnicos y prefieren aguardar a la próxima edición. Los esperaremos.
Este año sí habrá cuarteto completo en Largometraje de animación. Tras el triste caso del año pasado, cuando “La gallina Turuleca” fue la única cinta de animación producida en nuestra industria, y por ello declarada ganadora directa sin necesidad de competir, este año recuperamos la normalidad y un total de cuatro cintas optan en la categoría. Esto augura que por lo menos habrá competencia por el premio, si bien el bajo volumen de producción hace que todas pueden darse ya como nominadas. Esto último deben agradecérselo a la descalificación de “D’Artacán y los tres mosqueperros”, excluida por haber subcontratado la animación a un estudio indio.
Cambio radical en Película europea. Sin duda la mayor revolución en el funcionamiento de una categoría llega en Mejor película europea. Hasta ahora todas las películas del continente estrenadas en salas comerciales de nuestro país durante el año eran posibles candidatas. A partir de esta edición se instaura un sistema similar al vigente en Película Iberoamericana por el cual es cada país el que escoge su película candidata a partir de las fechas de estreno en su país de origen, sin necesidad de haber pasado por salas españolas. Para esta primera edición 10 países se han apuntado a la competición, entre los que echamos en falta a cinematografías relevantes como la sueca o la belga. También podríamos hablar largo y tendido de las desconcertantes elecciones de algunos países, como es el caso de Italia escogiendo “Miss Marx”.
Latinoamérica sufre. La pandemia ha afectado a toda la industria, pero como en todos los aspectos de la vida, hay países mucho más vulnerables que otros. La producción cinematográfica ha sufrido en Latinoamérica la peor crisis de su Historia y ello ha provocado que cuatro países que compitieron en la pasada edición no hayan presentado película este año en la categoría de Mejor Película Iberoamericana. Entre ellos, dos clásicos como Cuba y Uruguay, lo que nos apena profundamente.
La cuenta atrás ha comenzado y estamos deseando conocer cuáles son las nominadas a los Goya 2022. ¿Qué os han parecido las candidaturas?