
La décima edición de los Premios Feroz cuajó la, para muchos, mejor de las galas hasta la fecha, por desgracia marcada por los acontecimientos «extracinematográficos» y polémicas que la convierten en, por fin -aunque muy a su pesar- la genuina versión española de los Globos de Oro.
Sin embargo, los Feroz 2023 dejaron un buen reguero de momentos destacados y efemérides que pasamos a desarrollar con detalle. Esto ha sido lo mejor y peor que nos ha dejado los Premios Feroz 2023.
LO MEJOR:
- Diversidad en los premiados. Un repartido palmarés capitaneado por As bestas, con la que Sorogoyen celebra su tercer Feroz tras Stockholm y El reino. En la añada de más nivel, los informadores también encumbraron a Cinco lobitos (guion, actriz y actriz secundaria), Mantícora (protagonista y cartel) y Alcarràs (dirección). Además, los Feroz han podido desmarcarse algo de los Goya al reivindicar la magnífica Competencia oficial como mejor comedia. En series, la dupla No me gusta conducir y La ruta se repartieron menciones, dejando un palmarés también de altura.
- Agilidad y humor. Una producción sobria destacó por su envidiable agilidad y momentos de guion inspirados. Al contrario de otras ediciones, no hubo errores técnicos y la fluidez fue notable.
- Multipresentadores. El hecho de contar con varios presentadores fue un acierto que dotó la gala de mayor atractivo y dinamismo. Buenos dardos de Paula Pua, espléndida Bárbara Santacruz e impagable Silvia Abril, verdadero torrente animador.
- Poder de convocatoria. Los Feroz saben cómo atraer al famoseo y nutrir sus ceremonias de rostros conocidos e incluso personalidades políticas.
- Momentazo Almodóvar. Fue el culmen de la noche. Se han hecho infinidad de montajes homenajeando su carrera, pero la pieza de los Feroz 2023 será recordada como una de las mejores, capaz de acongojar a un Almodóvar que ofreció un largo pero impecable discurso con reivindicación sanitaria incluida.
- Bob Pop. El escritor y guionista fue uno de los más aplaudidos de la noche y se postula, ¿por qué no?, a presentador en futuras ediciones. Su alegato a favor de la prensa resultó certero a la vez que divertido.
- Zaragoza. La capital del Ebro ha sabido engalanarse y acoger por todo lo alto la ceremonia, mucho más deslucida en sus pasadas galas madrileñas. Sigue la tendencia de los Goya, que también acertó al emigrar de la capital.
LO PEOR:
- Youtube. No nos engañemos. Pese a que sus responsables lo traten como un hito, la transmisión vía youtube es pura obligación y no podemos obviar la paupérrima audiencia cosechada, con un seguimiento que apenas superó los 10.000 usuarios en algún momento de la retransmisión. Por comparar, los aburridos Forqué tuvieron un promedio de 560.000 espectadores en su pase por La 2. Para ser verdaderamente relevantes urge conseguir el apoyo de una TV.
- Ingrid García Jonsson. Toda entrega de premios que se precie debería emitir una orden de alejamiento a la actriz, quien protagonizó un momento de absoluto bochorno, no sabemos si fruto de los nervios o del guion que tan bien había funcionado hasta su irrupción. Nuestro más cariñoso afecto a David Serrano.
- Las Delicias. Otro que no tuvo su noche fue Nacho Vigalondo, con un absurdo tono de suficiencia al citar a los premiados y quien puso a prueba la paciencia del espectador con su interminable chiste sobre la célebre estación maña.
- Eduardo Casanova. El cineasta es un tipo divertido y brillante pero que en los últimos tiempos se ha especializado en cubrirse de gloria en cada aparición. Su «no discurso» al recoger el premio especial fue otro ejemplo de cómo quedar mal.
- Alguna lacra habitual. Aunque los Feroz 2023 destacaron por su agilidad y brevedad en los discursos, no nos libramos de algún agradecimiento soporífero en el que tuvo que irrumpir la musiquita corta-rollos, como cuando cuatro personas recogieron el premio guion de serie y todas ellas quisieron agradecer a sus respectivas familias.
- Los Feroz en el ojo del huracán. Los premios de los informadores han obtenido su mayor relevancia mediática hasta la fecha por motivos extracinematográficos, debido a dos denuncias de agresión sexual durante la fiesta post ceremonia, por la que el productor de una de las películas nominadas ha sido detenido. Obviamente, los premios y su organización están fuera de toda responsabilidad, habiendo condenado de inmediato los hechos, aunque cometiendo algún error del que aprender, como el hecho de citar el nombre de la denunciante.
Ingrid, go home
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